Hace unos años tuve que estar en Madrid seis meses por motivos laborales. Alquilé un micro-estudio de 28mts2 algo cutre sin habitación ni nada, el Salón era todo lo que había para habitarlo y dormir. Sólo trabajaba por las mañanas, teniendo tooooda la tarde libre a mi disposición.
Ni os imagináis lo que llegué a aburrirme. Invertía mi tiempo en salir a correr por los distintos parques y lo que se me ocurría.
Una de las cosas que se me ocurrió era hacer un cursillo de quiromasajista. Siempre me interesó ese tema. Mi idea principal era un cursillo corto sobre masajes deportivos, musculares y relajantes. Pregunté en varias escuelas y me parecieron caras o con malos horarios.
De casualidad vi una hojita pegada en una farola donde anunciaba que un profesor impartía cursos de masajes reikis, shiatsu y relajación. Se me ocurrió llamar y un hombre por teléfono me contó que eran clases conjuntas y me contó un rollo de las fuerzas de la naturaleza y demás gilipolleces. Pensé... es un momento cojonudo para colgar el teléfono sin decir ni adiós. jeje Pero el hombre me dijo que antes de decidir me acercara a su "estudio" sin compromiso y asistiera a una de sus clases, a ver que me parecía. Y si me gustaba pues ya me apuntaba... gratis! suena bien... vale.
No soy una persona muy espiritual que digamos, pero me pareció una idea divertida para ver como va algo así.
El caso es que fuí ese mismo día a las 7 de la tarde. Era un piso normal y corriente. Me abrió la puerta un hombre vestido con una túnica y el pelo largo y blanco. La música de fondo era de agua caer por un riachuelo y soniditos de flauta. Todo el pasillo lleno de velitas y un olor a incienso que tiraba para atrás. jeje
El profesor parecía el puto mago de El Señor de los Anillos, os lo juro.
Pasamos al salón. Aquello era cómico. Una pareja de viejos de 70 años, en otra camilla dos gays que perdían aceite gravemente y una chica sola hippie. Cada uno detrás de una camilla de esas portátil Osea una camilla para los viejos, otra para los gays y otra para la hippie.
El "profesor" me cuenta que normalmente él está con la hippie, que está sola pero que esta vez vaya yo con ella. Me pongo a su lado, me presento. Es guapa pero con el pelo un poco rasta media melena. De unos 25 años. Por cierto... Luna se llamaba, como no. jeje
Todos vestidos con tunica o con bata blanca y yo con mi camiseta Nike y mis pantalones Adidas con sus tres rayas verticales, como debe ser. jejeej Parecía un gitano a su lado con el chandal, pero es que no tenía otra cosa. jeje
Al principio la hippie se le notó que no le caí muy bien, pero a medida que pasaba la clase se ve que cambió de opinión. La clase era de una hora y media. Donde la mitad del tiempo era ella la que estaba en la camilla y la otra mitad era yo.
El profesor nos contaba sus rollos de energías, como convergen, como aplicar nuestras fuerzas con las yemas de las manos y demás. La hippie cuando se tumbaba en la camilla se quedaba en bikini. Cuando lo hacía yo sólo me quitaba la camiseta y me bajaba un poco el pantalón hasta enseñar un poco la raja del culo.
La chica estaba bastante bien físicamente. Fibrosa, un poco plana pero tetas superpicudas y con tatuajes varios.
Terminamos y la chica al salir me pregunta por donde vivo, supongo que por charlar nada más. Resultó que vivíamos muy cerca el uno del otro así que cogimos el autobús juntos y charlamos. Yo le conté que no conocía a nadie en Madrid y ella se apiadó de mí. Me dijo que la llamase y quedábamos No tenía nada que hacer y así me enseñaba cosas. Y así quedamos para el día siguiente.
Al día siguiente nada más vernos le ofrecí tomar una cerveza y me la aceptó. Fué una conversación divertida. Nos reímos mucho sobre nuestros distintos puntos de vista sobre el curso en cuestión. Ella me dijo que todo esos temas le atraen. Yo le conté lo que pensaba de verdad, aunque respetando sus ideas. No quise ser descortés y además es que me la quería follar.
Le pregunté si había muchas diferencias mientras le daba el masaje el profesor (como era habitual) y ayer que se lo dí yo. Y va y me dice: "Bueno, tus manos son más suaves. Y además tú no me metes mano" riéndose. ¿Como??? ¿Que el profesor te mete mano???. Será guarro el tio!
Y me dice: No es que me meta mano, pero si que sus dedos siempre llegan al bikini y a veces mete un poco los dedos, se le nota que al viejo se le va un poco la mano. Debe ser un poco pervertido.
Yo flipando con lo que me contaba.
Y para piropearla le dije: Yo le entiendo. Estás buena, tienes un bonito cuerpo y es fácil que los dedos se le escapen.
Me dice: Pues a tí no se te escaparon.
Le contesto que yo hice grandes esfuerzos para contenerme, pero otra vez no se yo si aguantaría.
Antes le había dicho que por las clases no volvería, puesto que no me interesaba.
Y ella me dijo: Lástima que ya me quedo con las ganas de que me des el masaje, para comprobar si me meterías mano o no.
Yo con esto estaba pensando... ¿me está vacilando? ¿me está diciendo que quiere que le meta mano o que?
La chica es que era un poco vacileta y me costaba pillarle cuando hablaba en broma o en serio.
Le digo que para eso no hace falta ir al curso de masajes. Que cuando quiera lo probamos.
Y me dice: Por mí ahora mismo.
Increíble... la hippie no se cortaba un pelo.
Realmente el cortado en esa situación era yo.
Le digo... pues nada... vamos a mi casa. Me dice: ¿ahora?
Y le digo... ¿tienes hago que hacer?. Nada. Pues venga vamos.
Terminamos la cerveza y nos fuimos a mi microestudio, que estaba cerquita de la cervecería.
Nada más entrar me pongo a besarla y ella metiéndome mano ya sobeteandome el culo y la polla por encima del vaquero.
No se cortaba un pelo. Y se lo dije.
Me responde que para que se va a cortar, si está claro que ambos lo queremos. Pues cojonudo. Me parece una forma de pensar genial. Más sincera no podía ser.
Nos despelotamos como pudimos y yo saqué la cama del mueble.
Apagamos las luces pero se veía todo porque aún era de día.
La chica tenía la piel bastante blanquita, no era mucho de darle el Sol. Las tetitas pequeñas pero superpicudas y pezones muy muy duros. Como si siempre estuviera excitada.
Ah! Tenía un pircing que le atravesaba un pezón (es algo que desde que lo ví en ella me da morbo, no se muy bien porqué). Otro pircing en la lengua (que aunque dicen por ahí que mejora el sexo oral... yo digo: Una polla!) y otro pircing en el ombligo, además de varios en la oreja. Y cuando le quité yo mismo las bragas vi que tenía el coño peludisimo.
Nunca había visto un coño tan peludo. Miento... quizás lo había visto así de peludo o un poco menos muchos años atrás a mi tia cuando yo era pequeño.
Le dije que era muy extraño ver a una mujer así con todo el pubis al natural. Me dijo que a ella le gustaba así. Le dije que yo también lo prefería.
Es verdad que lo prefiero, aunque cuidado por los lados... pero reconozco que a la hora de comer un coñito y esas cosas es mejor sin pelitos. Osea peludito a la vista... limpio de pelitos al tacto. jejee
Esa tarde follamos un par de horas. Me di cuenta que esa chica era muy muy feminista. Era la típica que le molesta que lleves el control en la cama. Ella quiso ser tan mandona como yo y tuvimos un par de momentos raros, pero bien.
Una cosa que no me gustó un pelo es que no me quiso comer la polla, pero ella si que me pidió que bajara a su coño a comerselo de lo lindo. No veo yo mucha igualdad ahí pero bueno.
Que morboso es siempre follarse a una chica por primera vez. Siempre con esas dudas de como se comportará, si gime, si es calladita, como es desnuda, como se mueve... es un gustazo averiguarlo.
Después de ese día vinieron otros. Casi siempre era quedar para cualquier cosa... cine... o tomar algo... o cenita y luego a casa a follar. Se le notaba que disfrutaba mucho follando. Lo hacía porque le gusta. Ella misma lo decía.
A partir de la segunda follada si ya me comió la polla. Aunque solo a ratos. Le pregunté porqué no quiso hacerlo el primer día y me dijo que no le gusta demasiado hacerlo. Solo un poco y nunca la primera vez. En fin... manias de tias.
(la chica se parecía bastante a esta chica pero con menos tetas. El coño exactamente igual jeje)
Sin embargo le apasionaba que yo le comiera el coño. Decía que lo hacía muy bien. Se lo pasaba bomba mientras lo hacía. Tardaba muchísimo en correrse y la verdad a veces me cansaba de comérselo Más de 20 minutos comiendo un coño cansa. Y eso que a mí me gusta hacerlo pero no tanto tiempo. Y prefiero ir cambiando y haciendo otras cosas, luego volver... en fin cambiar.
También follabamos y gastabamos uno o dos condones. Me contó que con su antiguo novio no follaba. Que tan solo se masturbaban cada uno con lo suyo mirandose de frente. Raro de cojones, ¿verdad?
Por cierto la chica no se cortaba un pelo en tocarse ella misma.
En ese sentido era sorprendente.
Os pongo un ejemplo:
En una de esas folladas me corro y como tenía ganas de mear le digo que voy un momento al baño. Voy al baño para mear, me limpio la polla y al salir la veo masturbandose como una loca ella solita. Le digo ¿es que no me vas a esperar?. Y la jodía seguía a lo suyo como en trance.
Esto nunca me ha pasado con ninguna tia.
Normalmente a las mujeres les da mucho pudor masturbarse delante de un chico. Al menos delante mia, aunque a veces lo han hecho porque yo se lo he pedido.
Realmente es que Luna y yo aparte de la cama no teníamos absolutamente nada en común. Ella era una hippie y yo más bien un pijillo. De hecho cada vez que hablábamos en serio nos medio peleábamos.
Quedábamos, buscábamos una excusa para luego echar un polvo y adiós muy buenas.
Cuando llevábamos ya dos semanas o así, una noche llegamos a casa como siempre a follar. Pero cuando estamos en la cama antes de que ella se desnudara me cuenta que tiene la regla, pero que a ella no le importa. Yo sinceramente he follado con regla, prefiero que no, pero en momentos de absoluto calentón me ha dado igual.
Pero se me ocurrió decirle: Bueno podemos hacer otras cosas.
Y me dice... a mí es que me apetece que me comas el coño. ¿Con la regla?
Le digo: ¿estás loca?
Y me dice: Gilipollas que es natural. Luego te limpias.
Me supo muy mal que me lo dijera de ese modo. Así que yo respondí con más mala leche aún: "Pues no me apetece nada hacerlo con la regla y no creo que sea ni normal ni higiénico . O algo así le dije, pero muy borde la verdad.
Me dice... que escrupuloso eres! ¿Y que quieres que te la chupe? Y le digo: Pues no estaría mal, yo no tengo la regla.
Se enfadó y empezó a ponerse la chaqueta otra vez.
Intenté quitarle hierro al asunto pero la chica cuando se enfada... no había quien la hiciera entrar en razón. Y así quedó la cosa.
Yo la llamé un par de veces más pero no quiso quedar. Sólo nos vimos una vez cuando yo ya iba a volver a Málaga. Digamos de despedida, pero fue algo corto y frío.
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